Siri vive en el iPhone, en el iPad, en el AppleTV, en el Mac y hasta en el Apple Watch. Pero el asistente virtual de Apple, a pesar de su ubicuidad, no tiene de momento un domicilio permanente dentro del hogar como algunos de sus rivales. Apple no ha sacado al mercado un altavoz inteligente como el Echo de Amazon o el Home de Google.

Es una omisión en el catálogo parece pequeña -¿necesitamos realmente otro aparato para hablar con Siri?- pero ha permitido a estos rivales, sobre todo a Amazon, llenar un hueco en los hogares norteamericanos. La compañía de Jeff Bezos no da cifras de ventas de sus productos pero los analistas creen que podría haber vendido ya ocho millones de dispositivos Echo. En algunos hogares se usa más de una unidad, así que la cifra no se traduce automáticamente en ocho millones de casas «conquistadas» pero el número no se aleja mucho.

En ellas, Siri es un asistente personal, pero Alexa es la voz que contesta en casa, el mayordomo con el que todos los miembros de la familia pueden hablar, incluso los que no tienen todavía un smartphone. Por extensión el más indicado para controlar también todos los dispositivos conectados.

Google intuyó rápidamente el peligro. El año pasado sacó al mercado Home con la intención de frenar el crecimiento de Echo. ¿Apple? Se sabe que está interesada también en este mercado pero hasta ahora no se conocían sus planes concretos.

Según la publicación DigiTimes la situación podría cambiar este verano. Apple ha elegido a Inventec, la misma compañía que fabrica los AirPods, como proveedor para su primer altavoz conectado y el primer modelo podría anunciarse en la conferencia de desarrolladores WWDC en el mes de junio.

El reto al que se enfrenta la compañía justifica la elección del evento. Un altavoz equipado con Siri no sólo tiene que ser capaz de entender quién y cuándo se está dirigiendo a él -y anular las respuestas de Siri en oteros dispositivos personales cercanos-, también tiene contar con un amplio soporte de terceras aplicaciones para resultar útil.

Amazon, aquí, lleva una enorme ventaja. Echo presume de más de 10.000 «habilidades», programas y apps que es posible añadir para que el altavoz pueda, por ejemplo, controlar las luces de la casa, acceder al balance de las cuentas del banco o pedir un coche para ir al aeropuerto.

Apple abrió Siri a terceras aplicaciones el año pasado pero de manera muy restringida. Si quiere hacer su asistente más listo y competente -al menos lo suficiente para medirse con Alexa- tendrá que ser más permisiva en 2017 y el lugar donde anunciarlo es en una conferencia que siguen miles de desarrolladores en todo el mundo.

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