Apple prepara un chip para inteligencia artificial, y no es la única

¿Cuál será la próxima gran revolución en inteligencia artificial? Si hay que guiarse por los anuncios de los grandes nombres de la tecnología la apuesta parece clara: el desarrollo de chips específicamente creados para labores de aprendizaje máquina, chips que pronto veremos en grandes servidores pero también en nuestros propios bolsillos.

Hoy en día los algoritmos de inteligencia artificial corren en procesadores convencionales o chips destinados a trabajos gráficos -más efectivos en el procesamiento de un elevado número de cálculos en paralelo-. Es una buena solución y ha permitido en los últimos años mejorar de forma considerable el rendimiento en tareas de reconocimiento de imagen o el procesado del lenguaje natural.

Pero estos procesadores evolucionaron para destacar en otras funciones y aunque se puedan aprovechar de forma efectiva no ofrecen el mismo rendimiento que podría logarse con uno diseñado desde cero para estas tareas.

En la carrera para tratar de prestar los mejores servicios de inteligencia artificial contar con procesadores expresamente diseñados se ha convertido, por tanto, en la nueva obsesión de las grandes empresas tecnológicas.

Apple, según Bloomberg, está trabajando en uno que podría integrar en futuros modelos de iPhone. El chip se conoce internamente, de momento, como Motor Neural de Apple y funcionaría como un coprocesador más en el teléfono, en un papel parecido al que ahora tiene el Mx que acompaña al cerebro del teléfono, y que se encarga del control de los acelerómetros y sensores de posición para aligerar la carga del procesador principal.

Con el nuevo chip, Apple podría lograr que el propio teléfono realizara el reconocimiento del lenguaje natural a la hora de hablar con Siri o la búsqueda de ciertos objetos o personas en las fotos o vídeos sin necesidad de enviar los datos a un servidor externo. De esta forma conseguiría ofrecer respuestas más rápidas y con un menor riesgo para la privacidad del usuario.

Apple no es la única compañía que está considerando usar este tipo de chips. Coprocesadores específicamente diseñados para tareas de aprendizaje máquina podrían acompañar pronto, también, a los chipsets de Qualcomm que utilizan gran parte de los fabricantes de telefonía. En la feria Computex, que se celebra estos días en Taipei, el consorcio ARM -responsable de la arquitectura de los chips que usan la mayoría de móviles y tabletas- ha anunciado el ARM Cortex-A75, el diseño de referencia que usarán otros fabricantes, como Qualcomm, Samsung o Mediatek, para crear los chipsets de su teléfono.

Cortex-A75 será un 22% más potente que la actual versión de su diseño (A73) para teléfonos de alto rendimiento pero uno de los avances clave de esta nueva generación es que contará con mejores herramientas nativas para tareas de aprendizaje máquina.

Estos lanzamientos complementarían el anuncio de Google, la semana pasada, de la segunda generación de procesadores TPU, chips específicamente diseñados para los servicios de inteligencia artificial que la empresa ofrece en aplicaciones como Google Photos o Assitant. Los TPU no están pensados para dispositivos móviles -son potentes procesadores diseñados para granjas de servidores- pero confirman la misma tendencia. Para el siguiente gran paso evolutivo la IA no sólo necesita mejores algoritmos, también silicio a medida.

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