Por menos de 100 euros, ofrece una calidad de sonido y un volumen sin igual, además de ser resistente al agua y tener un diseño bonito

Hace no mucho, habría dicho que el UE Wonderboom era mi altavoz bluetooth favorito: pequeño, de diseño bonito, buena calidad de sonido y un precio asumible, aunque algo elevado. Ahora, por esos mismos 100 euros, el Flip 4 de JBL me hace dudar de si realmente esa era la mejor elección.

Ambas marcas llevan ya unos cuantos años en guerra y lanzando productos complementarios, superándose la una a la otra dependiendo del modelo y del momento en el que lanzan un nuevo producto. Es divertido, como consumidor y como experto, ver que cada vez hacen altavoces mejores sin subirse mucho a la parra. La competición es lo mejor que puede haber en cualquier industria.

El Flip 4 tiene un diseño cicíndrico, pero no por ello peor para lanzar sonido en todas direcciones. Sus colores (negro, rojo, blanco, azul, gris y verde azulado) no son tan arriesgados como los que escoge su directo competidor, pero eso no estropea ni un poquito su diseño. Con apenas cuatro botones de control y otros dos más grandes para conectar el dispositivo por bluetooth y para encenderlo y apagarlo, destaca por su sencillez.

También brilla por el volumen que alcanza, que es sorprendentemente alto a la vez que nítido. Si te lo lleva a la playa, se va a escuchar sin problemas por el ruido de cualquier cosa, pero vas a molestar a todo el mundo. Mejor dejarlo en el jardín de la casa del pueblo y ponerlo en una barbacoa familiar o usarlo, con un volumen reducido, para amenizar las duchas. Es resistente al agua, así que te lo puedes meter en la bañera si te da la gana. Cuidado no confundirlo con el champú.

Su batería también tiene mérito. Oficialmente, dicen que dura 12 horas, pero yo he conseguido alargarlo hasta casi 14 cuando no he abusado demasiado de su sonido. Rara vez me ha dado miedo que se quedara sin batería, así que eso es un punto bastante positivo en su favor. No creo que se quede corto tras un fin de semana de fiesta con los amigos.

Así que sí, es quizá el mejor altavoz bluetooth que se puede comprar en la franja de los 100 euros. Su diseño no es tan arriesgado ni atractivo como el de Wonderboom en esa franja, pero el sonido es ligeramente superior y la batería dura más. A la hora de elegir, guíate por qué prefieres: que sea más bonito o que dura un poco reproduciendo tu música a todo volumen para tapar la enesima vez que suena Despacito en el chiringuito de la playa.

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