La Sony A1 es finísima y hace vibrar la pantalla para producir sonido

Sony A1, la tele con la que vas a dar envidia a tu cuñado

La A1 cuenta con un panel OLED superfino que, a su vez, hace la función de un altavoz multipunto

Empezar con el precio no es lo normal, pero: la televisión A1 de Sony cuesta 3.999 euros en su modelo de 55 pulgadas y 5.999 euros en el de 65 pulgadas. Es un riesgo dar el precio por delante. «¿4.000 euros una tele? No me interesa». Y deja de leer. Curiosamente, y a pesar de la cifra, no son televisores caros en comparación con lo que viene haciendo la competencia.

El A1 es un equipo muy exclusivo. De esos que llaman ‘aspiracionales’ y que marcan lo que una compañía quiere hacer en su catálogo de televisores. Con este equipo, Sony entra de lleno en la guerra del OLED, esa tecnología que permite paneles superfinos y ligeros, que se podrían montar casi como un papel pintado directamente en la pared. No es una exageración, LG los tiene y es el fabricante de los paneles que lleva Sony en sus A1.

No sólo son finos, sino que tienen resolución 4K y, debido a la propia naturaleza del OLED, el contraste de los negros es absolutamente mejor. Lo del negro es algo en lo que se insiste mucho, pero es un aspecto fundamental a la hora de discernir la calidad del color y de la imagen.

Los negros han de serlo; los grises también y en cada zona deben poder apreciarse detalles, a la vez que los puntos de color no tienen que contaminar a los puntos cercanos con su brillo y color. No es sencillo y no se debe sólo y exclusivamente al panel. Cuenta, y mucho, la tecnología y la potencia de proceso gráfica que lo acompaña.

Sony emplea su procesador X1 Extreme para controlar cada uno de los ocho millones de puntos que componen el panel de estas teles. Y, por supuesto, cuentan con alto rango dinámico, el famoso HDR. No todos los televisores que llevan el sello HDR son compatibles con todos los formatos de alto rango dinámico: HDR 10 (y 10+), HLG (de la BBC), el estándar de Technicolor y el de Dolby Vision.

La imagen y la estética son impecables. Hay que buscar dónde está el logo de Sony, pues. prácticamente, no cabe en un marco tan fino. Y ¿qué hay del sonido? Es una de las desventajas de las teles planas. Cuanto más planas, menos espacio para meter altavoces. La compañía japonesa lo resuelve de una manera muy original.

Una se ve enseguida: el subwoofer está montado en el soporte trasero de la tele. La otra, la más imaginativa es que han convertido toda la pantalla en la membrana del altavoz. Por detrás del panel hay unos activadores que hacen que la pantalla vibre físicamente aunque de forma imperceptible para el ojo y produzca el sonido. Además, se controla para que el sonido se produzca en la zona de la pantalla en la que se está desarrollando la acción.

El soporte trasero sirve también como puerto de conexiones y los cables quedan ocultos con la propia tapa del altavoz trasero. La gran desventaja del diseño de este A1 es que cuando se cuelga queda bastante separado de la pared. El soporte trasero se pliega y se convierte en el anclaje para un VESA, pero se pierde ese efecto de papel pintado.

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