Los culpables, la escasez de materiales para construir unidades suficientes a tiempo

Otras informaciones apuntaban a un lanzamiento en octubre o noviembre

Hace una década, Apple era conocida por guardar sus secretos y futuros lanzamientos con mucho recelo, hasta el punto de que nadie se enteraba de que tenían algo nuevo hasta una presentación oficial. Eso se acabó y, de cara al nuevo iPhone 8, parece que vamos a saberlo todo mucho antes de que se lance, incluidos los problemas con su desarrollo.

Ya habíamos informado de los problemas con la construcción del dispositivo. Muchos expertos analistas comentaron que, debido a ello, el próximo iPhone no iba a lanzarse en septiembre, sino pasados uno o dos meses de su fecha habitual. Esto dejaría a los iPhone 7S y 7S Plus como los lanzamientos de Apple para dicho mes, lo que podría darle algo de aire a estos dos dispositivos.

Sin embargo, parece que los retrasos en la cadena de montaje del iPhone 8 habrían empujado a Apple ha retrasar todavía más el lanzamiento, que según un nuevo informe de ValueWalk, está ahora previsto para 2018.

Es una información que se suma a lo que había dejado caer previamente otro gran analista del mercado de la telefonía móvil, Ming Chi Kuo, de KGI Industries, que aseguraba que la producción del nuevo smartphone no empezaría hasta octubre o noviembre por un cambio importante en sus características.

Este movimiento, según Kuo, dañará las ventas de Apple en un trimestre clave, pues muchos usuarios se esperarán al lanzamiento del próximo teléfono. Curiosamente, esto es algo que ha mencionado el propio Tim Cook: las múltiples filtraciones podrían estar dañando las ventas del teléfono porque muchos posibles compradores deciden esperarse al siguiente modelo pasados unos meses.

¿Qué está haciendo que el iPhone 8 se retrase? Parece que el principal culpable es su cambio de diseño y la dificultad para conseguir suficientes materiales a tiempo. Apple produce decenas de millones de iPhones de cara a un lanzamiento, lo que no siempre es fácil para sus distribuidores, sobre todo cuando se introducen cambios importantes en el dispositivo.

El próximo modelo tendrá un frontal sin apenas bordes, donde una nueva pantalla OLED ocupará casi todo el espacio. A su vez, Apple está probando nuevas tecnologías en torno a la realidad aumentada, si bien esto no está claro que vaya a integrarse en el nuevo teléfono. Por último, la introducción de un sensor de huellas dactilares bajo la pantalla también parece tener parte de la culpa en todos estos retrasos de la producción.

Aún quedan muchos meses para que Apple anuncie nuevos teléfonos en su habitual evento de septiembre, y la compañía por supuesto no ha confirmado absolutamente nada sobre estos rumores.

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